sábado, 15 de marzo de 2008

capitulo 11

Existe una necesidad del alma en el alma.

Yo te hablo a ti.

Yo, te hablo, pero tu Tu, no quiero que me escuche.

Es muy sencillo.

Empieza a pensar en infinito.

Eres ese infinito ahora.

Infinitas son las estrellas del universo.

Y en cada una de ellas hay infinitas estrellas.

De cada estrella y de cada planeta existen infinitos mundos de conciencia.

Tu, eres esa bendicion que se extiende como un continente de todas esas frecuencias sublimes que presentan estadios poeticos de calma.

Piensa en ello, no con la mente, con el alma.

Hoy he olvidado que era hoy.

Lo he olvidado.

Lo olvide porque hoy soy el hoy de todas esas estrellas que son poemas disueltos en sutiles frecuencias de conciencia tierna.

Hoy deseo hablarte.

Quiero que mi palabra te transporte paz.

Si quiero rozarte solo tengo que extender mi mano al aire. Tu, en el aire estas.

Hoy solo puedo soñar tu universo eterno de tu vientre cerrando los ojos.

La calle se ha vuelto torpe para inundarte en esos lazos poeticos que envuelven el mar de la distancia ausente de tu grandeza divina y unica.

Por ti soy el poeta de las cosas que no existen.

Por ti soy ternura, premura, delincuente, complice y ausente de esta vida que es duda, duda en no reconocerte.

Hoy soy tu ternura, tu ternura ausente.

Hoy soy, y si soy, volvere a rozar tu cuerpo con dedos de dulzura qe te impidan mirar al suelo, aunque en ellos, donde descienden, caen las estrellas com reflejos.

A Yanina y su ternura.

...no me busques sentido, no lo tengo.

maestro zen.

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